Alta traición

Los colombianos recibimos aterrados la noticia de que, mientras estábamos en “modo fútbol” atentos al desempeño de nuestra selección y en general al mundial de futbol, la “comisión para el esclarecimiento de la verdad”, integrada en su mayoría por personas cuya ideología es sospechosamente cercana a la de las Farc, solicitó al Ministerio de Defensa, entregar los archivos de inteligencia de las Fuerzas Militares y de Policía, con el objetivo, dicen, de esclarecer la verdad de los hechos ocurridos durante el, mal llamado, conflicto con las Farc, por más de 50 años y que, a juicio de muchos, aun no concluye.

Esta solicitud ha generado un inmenso revuelo entre los militares, activos y retirados, e inclusive en las personas del común. Si el gobierno accede a dicha solicitud, estarían poniendo en en gran riesgo al pais y en bandeja de plata a todos los militares a disposición de la supuesta nueva “verdad histórica”. Con toda seguridad la JEP también está aspirando a estos archivos de inteligencia, para poder “juzgar” a los miembros de la Fuerza Pública y seguramente llegar a la conclusión, manipulando esta información, de que las Farc son las principales víctimas del Estado colombiano.

No podemos olvidar que la inteligencia del Estado siempre ha estado en la mira de los grupos extremistas, siempre ha sido un objetivo de periodistas de izquierda, periódicos afines a las guerrillas y de los enemigos del Estado colombiano. Solo hay que recordar varios ataques contra la inteligencia perpetrados por diferentes medios noticiosos, ataques como los que acabaron con el DAS, con unas supuestas chuzadas que jamás aparecieron. Cuando hay chuzadas siempre salen a la luz pública, nadie logra tenerlas escondidas, sino miren el reciente caso de Roberto Prieto. Siendo así ¿alguien sabe donde están las famosas chuzadas del DAS?

Algunos se preguntarán: ¿Porque acabar con la inteligencia del Estado?
La respuesta es: un estado sin inteligencia no puede defenderse, es como un soldado ciego. Sin inteligencia los enemigos internos y externos, de un pais, aquellos llevan la ventaja y los ciudadanos y las instituciones pagan las consecuencias. Reinarán los terroristas. Así que, por favor, no se crean el cuento de que todo esto es “en nombre de la paz y la reconciliación”, se trata de dejar a la Fuerza Pública indefensa al desvelar todos sus secretos.

Santos ya traicionó a los militares varias veces:

En primer lugar les aseguró, desde su primer gobierno, que les recuperaría el Fuero Militar, cosa que, a pesar de una reforma constitucional que duro 6 años prometiendo, cuando salió aprobado se firmaron los acuerdos de La Habana, con lo cual desapareció nuevamente como por arte de magia este Fuero Constitucional, que hacia parte de las reglas que hacen legitimas a las fuerzas del orden de una nación para enfrentar estas amenazas terroristas.

Posteriormente, durante el proceso de La Habana, Santos les dijo a los militares que para ellos habría un protocolo diferente con aquel que se aplicaría en la JEP a los guerrilleros, con lo cual los tranquilizó por un tiempo, pero posteriormente los dejó en la estacada igualándolos con los asesinos y terroristas de las Farc.

Si ahora, como aseguran los periódicos, Santos ordena la entrega de los archivos secretos de la inteligencia a los amigos de las Farc, habrá cometido alta traición y no solamente contra los militares sino contra todos los colombianos, que hemos sido defendidos por esta institución a la cual respaldamos incondicionalmente y que todas las encuestas la muestran, por varios años seguidos, como la de mayor favorabilidad entre los colombianos.

¿Alguien cree que los militares de este país, al sentirse traicionados, volverán a arriesgar su vida por todos los colombianos?

¿No nos da vergüenza, a los colombianos, al quedarnos callados mientras vemos como destruyen a nuestras Fuerzas Militares y de Policia?


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