¿Gestos de paz? No nos haga reir Presidente.
Celebro la entrega de los dos soldados la semana pasada., también la entrega del Brigadier General Ruben Darío Alzate y sus dos acompañantes en el dia de hoy. A la hora de escribir esta nota, el Presidente ha dicho que ya estan en poder de la Cruz Roja y que esta en curso el traslado de estas tres personas rumbo a la libertad y los noticieros dan resonancia a las falacias de los comandantes de las FARC.
Pero rechazo con vehemencia que no se diga nada, por parte del gobierno, sobre los 3 niños secuestrados en el Cauca por las mismas FARC y que no se exija, como requisito para el reinicio de las negociaciones, la liberación los 3 menores y las 59 personas civiles secuestradas durante las negociaciones en La Habana.
Recordemos que el Presidente puso como condición, a las FARC, para el “inicio” de las negociaciones (que habían iniciado en secreto un 18 meses antes del anuncio, una mentira de las muchas que se han dicho en este proceso) que se terminara la práctica atroz del secuestro y que se liberara a todos los secuestrados. Parece que Santos se conformó con el show de la entraga de unos pocos (policías y soldados), y no exigió que se diera información sobre los casi 2.000 civiles que jamás fueron devueltos y que nadie sabe si estan vivos o muertos. Si estan vivos debían entregarlos, si estan muertos, también, asi sean sus restos y decirles a las familias en que circunstancias fueron asesinados.
Pues bien, el pusilánime Presidente, ante los reclamos de las familias de los secuestrados y de algunos que alzaron su voz pidiendo estas liberaciones, respondió que “a las FARC hay que creerles”. ¿Pero quien les cree? Solo usted Presidente, sus empleados, sus socios políticos y los medios de comunicación también les creen, estos ultimos hacen parte del complot contra la verdad histórica. Nadie más les cree. Yo no les creo.
Parodiando a Timochenko, le digo señor Presidente “sea serio, Presidente”. Aproveche que se amarró sus pantalones y suspendió las conversaciones exigiendo la liberación de los militares, y quizas, si los tiene todavía amarrados, ponga condiciones a las FARC. Esa reaundación, ya anunciada por usted, debe incluir la exigencia que se acaben los crímenes de lesa humandiad.
No solo se deben terminar los secuestros, se debe acabar con el reclutamiento forzado de menores, deben dejar de asesinar a civiles, que se acaben los bombardeos a poblaciones con cilindros bomba, que dejen de atacar ambulancias, terminar la sembra minas antipersona, dejar de rematar a soldados y polícias, es decir, acabar con los delitos de lesa humanidad. Ninguno de estos crímenes atorces hace parte de “el conflicto”. Estos no son actos de guerra, son actos de terrorismo.
Hoy todos los “analistas” amigos de las FARC, alabados por los medios, apoyan las afirmaciones de las FARC en el sentido en que el Gobierno rompió las reglas de la mesa al “suspenderla por actos de guerra”. No reconoce ninguno que las FARC jamás han cumplido con la promesa de no secuestrar colombianos y liberarlos a todos, incumplimento jamás reclamado por usted Presidente.
No debería “destrabar” la tal mesa de negociación, como anuncian medios y Gobierno, sin hacer los ajustes que le den la legitimidad necesaria. No crea que seguir mintiendo hará que el pueblo colombinano lo acompañe en la refrenadación de un posible acuerdo, no somos tan ignorantes como usted cree.