La jugada maestra

La JEP (Justicia Especial para la Paz) esta decidida a exonerar a las FARC de todos sus crímenes y a todos aquellos que fueron sus aliados durante los más de 60 años de esta mal llamada “guerra”.

Quienes aún teníamos la esperanza de que se abriera un macro caso para juzgar la Farc-Política podemos olvidarnos de ello. La JEP acaba de reconocer al Partido Comunista Colombiano cómo víctimas del “conflicto armado” colombiano, asegurando que este partido demostró tener más de 1.200 personas afectadas por hechos de violencia y los agregó al macro caso #06 ‘Victimización de miembros de la Unión Patriótica (UP) supuestamente por parte de agentes del Estado’. (Otros. Socios de las Farc)

En este punto debemos entender la afirmación de los comunistas (PCC) durante 40 años según la cual los mal llamados “paramilitares” -quienes originalmente se llamaron autodefensas campesinas y surgieron como un fenómeno de reacción contra la acción guerrillera comunista- han sido auspiciados y patrocinados por los diferentes gobiernos, de esa manera van redondeando su objetivo perverso de lograr que sea condenado el Estado colombiano, cada vez que se ventilen los crímenes de los “paramilitares” con su respectiva condena, quienes según parece, fueron igual de sanguinarios a las guerrillas comunistas.

¿Qué pasará con este reconocimiento?¿Más condenas para la Nación y la afirmación de que esta ha sido una falsa democracia cuyos gobiernos han sido masacradores? ¿Más militares condenados y guerrilleros exonerados? Esa narrativa promete ser perversa.

El PCC (Partido Comunista Colombiano), desde su fundación hace 90 años (aprox), ha sido factor desestabilizante y responsable de muchos intentos de isurrección criminal en los que se derramó sangre de colombianos. Para ello estos señores contaron, por años, con estructuras -paralelas- clandestinas de agitadores.

Ante cualquier manifestación aparecían los agitadores para ejercer violencia sobre la fuerza pública. ¿No se parece a lo que estamos viviendo hoy? Solo qué hoy cuentan con redes sociales (Whatsapp, twitter, tictoc, etc.) con lo cual la coordinación, las comunicaciones y la desinformación corren con pasmosa velocidad facilitando la violencia.

Hoy en día el PCC aparentemente no aparece en el escenario político nacional porque hace unos años se fusionó con el M19 creando un partido que se llamó Polo Democrático Alternativo (PDA), luego el PCC fue expulsado de esa colectividad por doble militancia porque parece que también trabajaban con la llamada Marcha Patriótica y hoy sus miembros están repartidos por esos partidos minoritarios (UP, Marcha Patriótica y PDA).

Uno de sus hoy senadores (originalmente del PCC) es Iván Cepeda, quien se quedó en el PDA, se han mantenido en primera plana del escenario político atizando la lucha de clases a partir de mentiras y discursos de odio casi siempre dirigidos contra Alvaro Uribe y en general contra la derecha colombiana.

Muchísimos historiadores, de todas las tendencias, han documentado qué en el siglo XX el comunismo fue responsable de más de 100 millones de muertes en el mundo. El Partido Comunista Colombiano no es la excepción, toda vez que fue el fundador de las FARC y su relación con esta agrupación terrorista se extendió hasta entrados los años 90, hasta el retiro de Gilberto Vieira, quien fuera Secretario General del PCC, socio responsable (el PCC) de los rios de sangre que han teñido de dolor los campos colombianos.

Pero ahí no paran las “sorpresas”, recientemente la Corte Constitucional, en extralimitación flagrante de sus funciones (como lo afirman 3 magistrados que salvaron su voto) y como protagonista de primera línea para refrendar las componendas que se inventaran Santos y las Farc, ha decidido revivir las tales “curules de paz” supuestamente para las victimas, curules que habían sido negadas por el Congreso en 2017. Esto significa 16 representantes más en el Congreso cuando Colombia clama por una reducción de esta Corporación como un plan de ahorro fiscal en momentos de pandemia.

Tras esa negativa, Roy Barreras interpuso una tutela que fue negada en dos instancias, pero al llegar a la Corte Constitucional, esta la aceptó y le dió la razón a Barreras: el problema, según Barreras, radica en que en ese momento, cuatro de los congresistas que componían el Senado estaban inmersos en procesos judiciales por corrupción, por lo que argumentaron que solo 98 funcionarios estaban habilitados para votar, es decir, los 50 votos obtenidos en el Senado, sí representaban a la mayoría absoluta para conseguir la aprobación. Esta tesis es falsa, porque en realidad el quórum era de 102 senadores dado que esos cuatro congresistas no habian sido condenados, aunque estaban detenidos, ni se había declarado la silla vacía pero la Corte decidió, utilizando sutilezas, como siempre ajustadas a sus inclinaciones políticas, torcerle el pescuezo a las más simples matemáticas.

Pero si miramos más allá, se trata de entrar 16 nuevos congresistas que serán elegidos teóricamente por las victimas, es decir por los habitantes de territorios “anteriormente” dominados por las Farc, que se suponen “liberados” pero que en realidad hoy siguen en manos de los eufemisticamente llamados “disidencias de las Farc” o del ELN. Así pues, las votaciones en esos territorios no serán libres. Los candidatos serán los que los delincuentes, ya sean “disidencias” o ELN, ordenen. ¿Quien se cree el cuento de que serán elecciones libres en territorios dominados por los narcoterroristas? En conclusión, llegarán al congreso los representantes del narcotráfico o de las mismas FARC.

Pero la cosa no queda ahí. Pensemos que ahora el Partido Comunista, o mejor, los antiguos integrantes del partido que ya no existe, son declarados victimas por la JEP. Se supone entonces que “estas victimas” podrán participar en esas elecciones en esos territorios, tendrán el apoyo de los grupos terroristas y con la financiación del dinero de la cocaina.

Entre más lo pienso, esta resultó ser una jugada maestra, mejor que la que hicieron la JEP (que centra), el Concejo de Estado (que cabecea) y la Corte Suprema (que mete el gol) cuando dejaron libre a Santrich. Esa jugada perfecta, hoy es superada por esta otra. Una pared (para seguir con el simil del fútbol) realizada entre la JEP y la Corte Constitucional, después de un servicio de Roy Barreras: Habrá en el Congreso 16 nuevas congresistas representantes del PCC apoyados por criminales.

Pero nunca se ha podido estructurar un caso para demostrar la Farc-Política, hoy menos será posible, con este entramado que denunciamos en 2016 y que ha resultado cierto: Santos entregó el país a las FARC.

NOTAS AL MARGEN

1.¿Cuáles funciones de policía judicial tiene la JEP qué se atreve a allanar las oficinas del Centro Nacional de Memoria Histórica, específicamente las oficinas de su director Dario Acevedo? ¿Acaso estamos en las puertas de persecuciones al estilo de la Rusia comunista en manos de Stalin?

2.Supongo que ya estarán los ganaderos, los algodoneros, los cultivadores de palma, los arroceros, los cafeteros y tantos otros gremios, preparando y documentando expedientes para solicitar su ingreso a la JEP como victimas de las FARC y del PCC.

Twitter: @jebotero


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